La calidad del aceite de oliva español nunca ha estado en entredicho. Del mismo modo que lo es Italia y otros países de Mediterraneo, España es un país productor de aceite de oliva con una calidad que a muchos embelesa. Puede que nosotros estemos acostumbrados, algunos más que otros, pero fuera de nuestras fronteras ese sobrenombre de “oro líquido” cobra mucho más sentido.
El aceite oliva eleva los niveles de colesterol HDL (bueno), disminuye el colesterol LDL-c (colesterol malo), beneficia el control de la hipertensión arterial y reduce la aparición de trombosis y previene la aparición de diabetes. Todo eso, sin hablar de su fantástico sabor y de todo lo que podemos hacer con su ayuda dentro del recetario mediterráneo español: desde dulces hasta comidas saldas y, por supuesto, un buen aliño para la ensalada.
En España, la tradición por el aceite es tal, que no hace muchos años los niños merendaban bocadillos con un buen “chorro” de aceite y sal, sin más. Aunque también cabe recordar que ahora hay aceites que dejan mucho que desear.
Lee la etiqueta
Si te acostumbras a leer las etiquetas de otros productos, ¿por qué no hace lo mismo con el aceite? Nos puede dar muchas pistas sobre su calidad.
El aceite de oliva virgen o virgen extra son extraídos por métodos mecánicos, los de mayor calidad.
Luego, independientemente de que vayan acompañados por los términos ‘suave’ o ‘intenso’, encontramos los aceites refinados: aceite de oliva y aceite de oliva refinado. Su denominación en la etiqueta pierde la palabra “virgen” porque se ha detectado un defecto químico u organoléptico por encima de los niveles permitidos, el aceite resultante es un producto denominado aceite lampante, que no es apto para el consumo humano, por lo cual se refina. Es importante señalar que aunque aparezcan en la etiqueta los términos ‘suave’ o ‘intenso’, los aceites con este etiquetado son siempre refinados y no son ni virgen extra ni virgen.
También podemos encontrar aceite procedente de los residuos de la aceituna bajo el etiquetado de aceite de orujo de oliva refinado o aceite de orujo de oliva. Son subproductos, extraídos mediante procedimientos físico-químicos de los residuos de la aceituna. No pueden ser comercializados en la forma en que se extraen, por lo que se refinan y mezclan con aceites de oliva virgen o virgen extra.
En España, las cooperativas suelen ser una buena opción para adquirir aceite de calidad pues, dejando a un lado las grandes firmas y las marcas blancas de grandes superficies, las cooperativas suelen ofrecer un producto de calidad a precios más o menos competitivos. Una de mis cooperativas favoritas es Los Ángeles, desde 1961, cuyos campos de cultivo se encuentran al sur de Sevilla y en la sierra de Cádiz. En mi opinión, una de las mejores.
Con miras hacia Estados Unidos
El gremio del aceite de oliva español presentó en Nueva York su nueva campaña para conquistar América, Asia y Europa: durará tres años, tiene un presupuesto de seis millones de euros y se financia con fondos de la Unión Europea.
La campaña, que lleva por nombre ‘Hagamos un mundo más sabroso’, se dio a conocer en el Instituto Cervantes de Nueva York, ya que el mercado estadounidense es uno de los más importantes en este momento para el gremio.
No se parte desde cero, y es que hace dos años el tenista Rafael Nadal ya puso cara a la primera gran campaña de este tipo, y ahora, con los resultados en la mano, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español quiere seguir cosechando adeptos.
El aceite de oliva continúa siendo un nicho: su consumo global representa apenas el 1,50%, muy lejos del 15% del aceite de colza, el 29% del de soja o el 35% del de palma. Aun así, la popularidad creciente de la dieta mediterránea y la mala fama de otros aceites, como el de palma, han abonado el terreno para el aceite de oliva, que en Estados Unidos no para de crecer.
No se parte desde cero, y es que hace dos años el tenista Rafael Nadal ya puso cara a la primera gran campaña de este tipo, y ahora, con los resultados en la mano, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español quiere seguir cosechando adeptos.
El aceite de oliva estará presente en los aeropuertos de Chicago, San Francisco, Los Ángeles y Nueva York, donde ya se han abierto algunos «lounges», o zonas de descanso, donde los viajeros pueden probar el aceite de oliva al tiempo que escuchan música o cargan sus dispositivos.