En España, se lleva mucho tiempo hablando de un fenómeno como lo es el envejecimiento de la población. Es algo lógico, desde luego. Las tasas de natalidad son cada vez menores, no se produce un relevo generacional que permite equilibrar los datos entre jóvenes y ancianos y eso genera problemas como el del pago de las pensiones, que es algo que preocupa y mucho a los políticos de este país además de a los principales afectados y afectadas, la población que supera los 67 años o que está al borde de dicha edad.
