En España somos muy dados a la celebración. Da igual por qué motivo sea, pero lo cierto es que necesitamos celebrar cualquier cosa. Es evidente que hay ciertos eventos que requieren de una celebración casi como parte del protocolo, como lo puede ser un bautizo o una boda. Pero solemos pensar que no está de más celebrar cualquier otro asunto como si se tratara de algo súper especial. Desde luego, esta filosofía de vida es de lo más interesante. Y es que no cabe la menor duda de que hay que aprovechar cualquier ocasión para disfrutar de nuestro tiempo de asueto y de los nuestros, que luego nos resulta difícil encontrar el momento.
Todo lo que hemos comentado forma parte de nuestra cultura. No cabe la menor duda de que forma parte de nuestro estilo de vida el estar en continua celebración. Y eso es algo que nos caracteriza con respecto a la gente de otros países. Desde luego, es algo que, por lo general, es positivo. Los extranjeros suelen valorar mucho la alegría que demostramos tener en un país como el nuestro. Y es que no solo es el sol o la buena calidad de nuestras playas la que cautiva a la gente que se mueve por nuestro entorno. España tiene muchas más cosas. Y muy buenas.
Según una publicación que vio la luz en la página web Periodista Digital, en España se celebran cada año unas 245.000 primeras comuniones, lo que hace que exista una gran cantidad de banquetes y multitudinarias cenas y comidas familiares durante los meses de abril, mayo o junio. Desde hace algún tiempo, la gente viene buscando algo diferente a lo que se viene haciendo toda la vida, el acudir a un restaurante. Las tendencias están cambiando incluso para este tipo de cuestiones y lo que parece estar ganando la partida en los tiempos que corren es la contratación de servicios de catering.
Este tipo de servicios también se ha incrementado en lo que tiene que ver con las bodas. El año pasado, en el interior de nuestras fronteras se celebraron algo más de 163.000 según el Instituto Nacional de Estadística. Y en este punto también hay muchas parejas que buscan algo diferente a lo que suele ser habitual. El catering es una de las referencias a las que se ha acudido en mayor medida. Y es que este tipo de servicios caracteriza perfectamente a una persona de nacionalidad española: una comida formal, preparada para un buen número de personas y en casa (o en algún local que se haya contratado previamente). Es ideal.
Las empresas encargadas de proporcionar servicios de catering le están ganando la partida a los restaurantes a la hora de celebrar eventos como lo son bodas o comuniones. La cultura española, muy dada a celebrar este tipo de eventos en familia y entre amigos, está asumiendo como propia esa tendencia de una apuesta por las empresas de catering. Y lo está haciendo con creces. Hemos charlado con los profesionales de La Frolita, una entidad encargada de prestar este tipo de servicios, y nos han comentado que el número de eventos que tienen que cubrir este año es el doble del que asumieron en 2018. Casi nada.
Una tendencia al alza
La tendencia, por lo que vemos, es bastante positiva en el caso de las empresas de catering. Y lo va a seguir siendo de cara a los años que están por venir. Por lo general, las familias terminan encantadas con este tipo de servicios y encuentran en ellos ese valor diferencial que esperan conseguir con su contratación. A cada vez más gente le llega esta misma información y por eso estimamos que va a seguir creciendo el número de personas que confíen en estos servicios.
Se trata, simple y llanamente, de actualizar nuestra propia cultura. En realidad, el cambio no es demasiado grande. Los españoles seguiremos teniendo esas ganas de diversión y de pasar nuestros momentos de ocio con los nuestros. Para ello, seguiremos reuniéndonos alrededor de una mesa. Lo que cambia es el estilo, mucho más moderno y actual el del catering que el de los restaurantes tradicionales. Desde luego, es algo ideal para personas que quieren escapar un poco de la rutina en lo que a la celebración de todo tipo de eventos se refiere.
En los próximos años, seguiremos viendo aparecer a numerosas empresas de catering en el mercado. Es algo que, como es lógico, refrendará todo lo que venimos comentando a lo largo de este artículo. Pero podemos estar tranquilos. Cambiaremos el estilo de nuestras celebraciones, pero no el fin último de las mismas ni el fondo: seguiremos disfrutando tanto como lo hacemos ahora de los nuestros. Eso es lo que de verdad importa. Y eso es lo que realmente debemos valorar.