El lujo de aparcar

Ya nos lo dicen nuestros amigos de Orbit Parking, como expertos en la materia y el sector del aparcamiento. En ciudades como Madrid, aparcar es todo un lujo, por encima de la necesidad. No es necesario explicar los porqués, por todos es sabido que este tipo de ciudades son imposibles a la hora de encontrar plaza de aparcamiento. En la capital de España, si al bullicio del trafico añadimos las mil restricciones de circulación que surgen continuamente, pensar siquiera en utilizar el coche, es de por si, un pensamiento de lujo.

Siendo honestos, la realidad es que para moverse por ciertas zonas, lo mejor es utilizar las piernas o el transporte público. Sin embargo, el coche se inventó con fines de desplazamiento y al que lo tiene, le gusta valerse de él para adentrarse en las metrópolis. Cada vez es más complicado. Moverse en coche particular es todo un arte, un lujo. Aparcarlo en un lugar acorde con nuestra necesidad, puede ser toda una odisea.

Aun así, la demanda de aparcamiento es siempre una necesidad. Muchos usuarios del coche requieren de un lugar para aparcar su vehículo, ya que, por gusto u obligación, tienen que utilizarlo en sus desplazamientos. Ahí es donde entra el emprendedor avispado que se atreve a crear aparcamientos de lujo en las grandes urbes. Ampliándose notablemente la oferta de plazas de aparcamiento y ofreciendo servicios que solo unos pocos, pueden adquirir.

Veamos que son este tipo de aparcamientos, que diferencias tienen frente a los aparcamientos normales y que tipo de servicios pueden ofrecer al usuario.

Grandes ciudades, grandes aparcamientos

Aunque el tamaño importa, no hablamos aquí de tamaño físico. La grandeza de estas ciudades se refiere a su potencial, su confluencia y su elevado nivel de vida en algunos aspectos. Es en estas ciudades que cuentan con una relevancia e importancia mayor, donde emergen los aparcamientos de lujo. No queremos desmerecer ciudades más pequeñas o tranquilas, al contrario, el caos de las grandes ciudades no es competencia en ese sentido. Siempre ganará la serenidad de esas ciudades en donde, conducir y aparcar, no es un lujo.

De lo que vamos a hablar es de esa necesidad que aumenta en la urbe: el aparcamiento fácil. Garajes y aparcamientos, han evolucionado a lo largo de los años, pasando de parterres y solares a espacios de lujo con una iluminación majestuosa. Pasando por los aparcamientos estándar y sencillos y los asfaltados a pleno sol.

La evolución del sector ha dejado atrás esos espacios libres, en donde ahora, ya no se puede aparcar sin riesgo a que te calcen una multa. Los parkings de lujo, van más allá y ofrecen servicios a la vez que una innovadora mejora en las instalaciones.

Es más que probable que a muchos conductores les importe más bien poco en donde aparcan el coche, siempre y cuando este seguro. La calle, un recinto o un garaje son los lugares más habituales donde los vehículos duermen. No obstante, hay otra parte de la población a la que, si que le preocupa sobremanera, el lugar en donde su coche descansa, ya sea por unas horas o por unos días.

Este es, sin duda, el público que el sector del parking de lujo, necesita: el que quiere lo mejor para su coche. Los elementos diferenciadores de los aparcamientos de lujo, frente a un parking estándar son muy elementales. Lo más destacable es la amplitud. Estos recintos, perfectamente adaptados, cuentan con plazas de grandes dimensiones. Anchura y longitud, techos más que altos y comodidad, tanto para aparcar como para abrir todas y cada una de las puertas del vehículo, si procede, sin molestar o arañar el coche contiguo.

La separación entre las columnas es tan grande que parece que no van contigo. Pueden estacionarse varios vehículos entre ellas sin ningún problema y sin hallar obstáculo.

Para que estas dimensiones de separación sean posibles, los arquitectos y diseñadores, han realizado una planificación previa a su configuración. Distancias aparte, algo más que destacable, es la protección que ofrecen esas columnas frente a los posibles golpes. Lo habitual es encontrar columnas desnudas, sean redondas o cuadradas. En este caso, caucho o plástico las visten para minimizar los desperfectos en caso de impacto. Es fácil arañar el coche por un lateral cuando te enfrentas a una columna a la hora de aparcar. En los aparcamientos de lujo, a parte de las distancias que minimizan esa posibilidad, cuentan con ese revestimiento que, en caso de choque, amortiguará el impacto evitando daños estructurales y/o estéticos en el vehículo.

Más plazas disponibles, menos usuarios

Es innegable que la oferta de plazas que ofrece este tipo de aparcamientos, es bastante grande. También es cierto que, el número de usuarios es notablemente inferior al de un aparcamiento normal. Tal vez sea por desconocimiento, tal vez por los costes.

Sin embargo, la realidad es que cuentan con gran número de plazas y siempre existe un hueco para tu vehículo. Aunque en las grandes ciudades, estos aparcamientos de lujo, suelen están bajo el suelo, también los hay al aire libre, ubicados en grandes zonas, cerca de centros comerciales, alejados de la ciudad.

Los accesos, suelen estar bien definidos y controlados. Cámaras, vigilantes, barreras de acceso y control mediante tecnologías electrónicas e incluso biométricas, aseguran que los coches permanezcan a buen recaudo durante el tiempo estimado.

Cuando el suelo se satura, podemos mirar al cielo. Algunas ciudades, cuentan con aparcamientos de lujo en las azoteas de sus edificios. Mirando al cielo o al suelo, según preferencias. En esas ubicaciones tan elevadas, los vehículos suelen aparcarse de forma automática mediante ascensores que se encargan de subir y colocar los coches sin que ningún empleado, los conduzca. Aparcamientos automatizados se pueden encontrar también en edificios con domótica de alto standing.

Instalaciones a todo lujo

Algo que llama mucho la atención en el interior de estos aparcamientos, sobre todo los subterráneos, es la iluminación con la que cuentan. No hay rincón que no cuente con una excelente iluminación que juega con los colores y realza la decoración. Porque si, estos aparcamientos cuentan con instalaciones decoradas, sea con imágenes, luces o acabados de lujo en sus paredes.

Empezando por los pavimentos, antideslizantes, los techos altos que dan sensación de amplitud y reflejan esa luz en las plazas que van a ser ocupadas. El creciente uso de resinas en las zonas de estacionamiento, minimiza el desgaste, tanto del asfalto como de los neumáticos. Los colores con los que se juega en el interior de estos aparcamientos, invitan a pasar y, quedarse.

Lejos de los grises, negros y oscuros aparcamientos convencionales, donde se utiliza una franja de color para determinar la zona, en los aparcamientos de lujo, el color es parte del diseño.

Estos factores: luz y color, influyen en la seguridad al conducir. La visibilidad ayuda a no sufrir accidentes y resulta más sencillo identificar los accesos peatonales, las vías de evacuación y por supuesto, a los mismos peatones.

No esta demás hablar de la mayor seguridad que ofrecen. Las cámaras, la iluminación y el personal técnico que en ellos trabajan, aseguran que tu vehículo, se encuentra en buenas manos. Los técnicos comprobarán el estado general del vehículo y si lo requiere, le harán la puesta a punto que se indique. Un servicio de lujo asegurado por los profesionales de la seguridad y vigilancia que rondan por las plantas, certificando que no haya anomalías.

Aparcar en uno de estos lugares, debe resultar curioso. Aunque no parece un servicio para todos, cada vez son más los parkings de lujo que podemos encontrar para dejar nuestro coche. Hoteles de lujo, edificios de alto standing, aparcamientos públicos… menos en la calle, en cualquier sitio.

 

 

 

 

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