Las colecciones más curiosas del mundo

Crear una colección no es cosa fácil, aunque son muchos los que la han empezado, no todos lo han conseguido, pues sin duda crear una colección sea del objeto que sea, requiere constancia y además, no todo el mundo conoce el fin o los límites de su propia colección, llegando a obtiene finalmente tanta cantidad de objetos que, más que paciencia y constancia, parece denotar obsesión y avaricia. 

Si bien algunas colecciones son tradicionales y comienzan como algo inocente, algunas de las cuales todos hemos empezado en nuestra infancia como son las de las canicas, los cromos o algunas figurillas que nos recuerden a los países a los que hemos viajado, otras empiezan como una promesa de lo más variopinta y cuyo resultado ha sido digno de entrar en el libro Guiness de los Récords, veamos a continuación algunas de ellas.

Hace ya 10 años, cuando Lisa Courtney tenía la edad de 21, pudo demostrar y firmar ante notario que comprobó frente a un escribano, tener 12.113 productos de Pokémon, en su mayoría muñecos y peluches de todos los tamaños, y de esta manera ingresó en el libro Guinness de los récords. Se sabe que la joven de Reino Unido hizo varios viajes a Japón específicamente para reunir objetos de la célebre serie de dibujos animados. Parte de la colección fue exhibida en el Museo de Hertford, en el marco de una exposición sobre la cultura popular. En la actualidad, Courtney sigue ampliando su colección y ya posee una recopilación de más de 16.000 artículos Pokémon.

También en Europa, el alemán Paul Brokman, de 81 años, conoció a su esposa Margot, de 79, en 1948 en un baile de salón. Confiesa que desde ese día supo que la estadounidense, por la cual sus padres lo desheredarían, era el amor de su vida. El romántico Brokman decidió que su amada tendría un vestido distinto para cada ocasión en los que fueran a los bailes de salón, quizás él mismo pensó que no serían muchos. Sin embargo, Brokman se vio en la suerte de poder comprarle a su amada vestidos por decenas. Al cabo de los años, Brokman cumplió su sueño de casarse con Margot, pero éste mantuvo su promesa también durante su matrimonio y la pareja consiguió acumular nada menos que 55 mil prendas. Al no poder hacer frente a los altos costos que demanda el almacenamiento de los vestidos, la pareja que actualmente vive en Los Ángeles, California, está vendiendo la ampulosa colección.

La colección de coches a escala y de clásicos: los tesoros más caros del mundo.

Otra de las colecciones más curiosas del mundo es la del arquitecto argentino Sergio Goldvarg, quien reside en Miami. Goldvarg es el dueño de la colección de automóviles a escala más grande del mundo, con más de 14 mil modelos distintos. Fue galardonado en dos ocasiones por el libro Guiness de los Récords, en 2007 y 2012. En su muestrario se acopian juguetes como Hot Wheels y Matchbox, y autos en escala «1:43» con el idéntico diseño de los originales aprobados por las fábricas, piezas únicas y deseadas por cualquier fan de los coches que se precie. Además, el arquitecto es poseedor de una réplica del Batmóvil que conducía Adam West en «Batman», la serie que marcó un hito en la televisión de los años sesenta. Actualmente, Goldvarg es dueño de un restaurante en el cual se exponen algunos de sus autos, y su máximo sueño es crear un museo para exhibir sus flamantes diseños.

Dejando lo mejor para el final, hablaremos ahora de la peculiar colección del máximo mandatario de un pequeño país del Pacífico donde abunda el petróleo. De su colección se ha especulado con muchas teorías y apenas hay fotos de los hangares donde guarda sus vehículos, que hay quien cifra en hasta 7.000 modelos. Su recopilación de vehículos de lujo estaría formada por hasta 209 BMW, 574 Mercedes-Benz, 452 Ferrari, 179 Jaguar, 382 Bentley, y una gran cantidad de Lamborghinis, Aston Martin, Bentley y Rolls-Royce, marca por la que, según parece, siente auténtica devoción. Aquí también se pueden encontrar modelos únicos como los prototipos Ferrari Mythos, Jaguar Pininfarina, Bentley Java todoterreno o Porsche Carma. Tal y como afirman los expertos en transportes de la empresa Transthalia, este tipo de coleccionistas ha de contratar empresas que traigan sus vehículos desde cualquier parte del mundo garantizando los máximos cuidados y seguridad para que el artículo de colección llegue en perfectas condiciones. Aunque es cierto que este magnate posee grandes tesoros, la joya de la corona de esta colección bien podría ser el Rolls-Royce Silver Spur, que ha personalizado con todo tipo de decorados y excesos barrocos, pues ha instalado unos tronos y un techado en la parte trasera y que utiliza a modo de carroza para pasearse por las calles de su país.

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