Alimentos que fortalecen nuestros dientes

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Cuidar los dientes no es solo cosa del cepillo y el dentista. Lo que comemos también influye, y mucho. Hay alimentos que ayudan a mantener los dientes fuertes, blancos y sanos. No hace falta complicarse: se trata de incluir en la dieta algunas cosas básicas que hacen mucho bien sin que apenas nos demos cuenta.

Comer bien es una forma más de cuidar la boca, igual que lavarse los dientes o ir al dentista una vez al año.

 

El queso, un escudo para el esmalte

El queso es uno de los mejores amigos de los dientes. Especialmente los curados, como el manchego o el parmesano. ¿Por qué? Porque tienen mucho calcio y fósforo, dos minerales que fortalecen el esmalte dental, que es la capa que protege los dientes por fuera.

Además, el queso ayuda a equilibrar el pH de la boca, lo que significa que reduce la acidez que daña los dientes.

Después de una comida con algo de azúcar o ácido, un trocito de queso puede ser como una defensa extra para que los dientes no sufran tanto.

 

Las manzanas, limpieza natural

Las manzanas limpian los dientes mientras se mastican. Son duras, tienen fibra y, al morderlas, se arrastran restos de comida. No sustituyen al cepillo de dientes, pero ayudan. Además, estimulan la saliva, y la saliva es como un enjuague natural que protege la boca de bacterias.

Es mejor comerlas con piel, siempre que estén bien lavadas. Así tienen más fibra y más efecto “limpiador”.

 

Las zanahorias crudas, igual que un cepillo

Las zanahorias crudas hacen algo parecido a lo que hace la manzana. Hay que masticarlas bien, y eso ayuda a limpiar los dientes y a fortalecer las encías. También son ricas en vitamina A, que es buena para las mucosas y para la formación del esmalte.

Comer bastones de zanahoria entre horas es una opción sana y buena para la boca, mejor que cualquier snack dulce o procesado.

 

El yogur natural, sin azúcar

El yogur natural, el de toda la vida, sin edulcorantes ni sabores artificiales, es muy bueno para los dientes. Tiene calcio y probióticos. El calcio refuerza los dientes y los huesos, y los probióticos cuidan las encías, porque combaten las bacterias malas que provocan inflamación y sangrado.

Eso sí, tiene que ser sin azúcar. Si el yogur lleva azúcar, pierde buena parte de sus beneficios.

 

El pescado azul y sus grasas buenas

El pescado azul como el salmón, la sardina o la caballa tiene vitamina D, que ayuda a absorber el calcio. No basta con comer calcio si el cuerpo no lo aprovecha, y para eso hace falta la vitamina D. Además, estas grasas buenas también reducen la inflamación en las encías.

Una cena con salmón al horno o una tosta con sardinas puede ser un pequeño gesto con grandes efectos en la salud bucal.

 

Las espinacas y las verduras de hoja verde

Las espinacas, las acelgas o la rúcula tienen calcio, aunque no se note. Son verduras ricas en minerales y vitaminas, que ayudan a reforzar tanto los dientes como las encías. También aportan vitamina C, que es clave para evitar que las encías sangren o se inflamen.

No hace falta hacer platos complicados: en una ensalada, en una tortilla o salteadas con ajo, ya aportan lo necesario.

 

El agua, mejor que cualquier bebida

Beber agua ayuda a limpiar la boca. Arrastra restos de comida, azúcar, ácido y bacterias. Si además es agua del grifo con flúor, aún mejor, porque el flúor protege contra las caries.

El agua es siempre mejor opción que los refrescos, los zumos industriales o las bebidas azucaradas. Cada vez que se toma un sorbo de agua, se hace un favor a los dientes.

 

El té verde y sus defensas naturales

El té verde tiene sustancias que se llaman catequinas, que combaten las bacterias de la boca. Ayudan a prevenir el mal aliento, la caries y la inflamación de las encías. Además, es una bebida sin azúcar (si no se le añade), y eso ya es un punto a favor.

No hay que abusar, porque en exceso puede teñir un poco los dientes, pero una taza al día es más beneficio que problema.

 

Las nueces y los frutos secos naturales

Los frutos secos sin azúcar ni sal añadida son muy buenos para los dientes. Las nueces, almendras, avellanas… tienen calcio, fósforo y magnesio, que ayudan a mantener los dientes fuertes. También hacen que mastiquemos más, lo que estimula la saliva.

Eso sí, mejor tomarlos enteros y naturales, no en barritas dulces ni cubiertos de chocolate.

 

El apio, encías fuertes

El apio es un alimento muy fibroso. Al masticarlo, masajea las encías, limpia los dientes y genera más saliva. Es refrescante, crujiente y casi no tiene calorías. Es como un cepillo natural. Además, ayuda a evitar el mal aliento.

Puede parecer un alimento aburrido, pero acompañado de hummus o queso fresco se convierte en un tentempié muy completo y sano para la boca.

 

Las fresas y su ácido natural

Las fresas tienen vitamina C y ácido málico, que ayuda a blanquear los dientes de forma suave. Además, su textura ayuda a eliminar placa. Eso sí, como tienen algo de ácido, lo mejor es no cepillarse justo después de comerlas, sino esperar un poco.

Una ración de fresas naturales, sin azúcar añadido, es un postre bueno para el cuerpo y para la sonrisa.

 

El brócoli y su escudo vegetal

El brócoli es rico en hierro, y eso forma una especie de película protectora sobre el esmalte dental. Además, tiene calcio, vitamina C y muchos antioxidantes. Si se cuece poco, conserva más propiedades. También ayuda a limpiar la boca mientras se mastica.

Es uno de esos alimentos que no siempre apetece, pero que tiene muchos beneficios si se introduce en la dieta.

 

Consejos sencillos para acompañar estos alimentos

Comer bien no lo es todo. Hay pequeños gestos que ayudan a que estos alimentos funcionen mejor y que los dientes estén más protegidos.

  1. No cepillarse justo después de comidas ácidas: Después de comer fruta ácida o beber algo con limón o vinagre, es mejor esperar unos 30 minutos antes de cepillarse. Así el esmalte se recupera y no se desgasta con el cepillado.
  2. Beber agua después de comer: Un vaso de agua tras las comidas ayuda a arrastrar los restos de comida y a reducir la acidez de la boca.
  3. Evitar picar todo el día: Comer entre horas constantemente hace que la boca esté más expuesta a bacterias. Es mejor hacer pocas comidas y bien, que estar picando sin parar.
  4. Leer etiquetas: Muchos yogures, cereales o barritas parecen sanos, pero tienen azúcar escondido. Leer bien las etiquetas ayuda a elegir mejor.
  5. No abusar del azúcar ni de los ácidos: Lo que más daña los dientes son los alimentos con azúcar (galletas, refrescos, bollos…) y los muy ácidos. Si se toman, mejor que sea en una comida principal y no a lo largo del día.
  6. Visitar al dentista: Aunque se coma bien y se cepillen los dientes, hay que ir al dentista al menos una vez al año. Así se puede detectar cualquier problema a tiempo.

 

Alimentos que conviene evitar si quieres cuidar tus dientes

Dentalfit, clínica dental con gran experiencia en su campo, nos advierte que, así como hay alimentos que ayudan a fortalecer los dientes, también hay otros que los dañan más de lo que parece. No se trata de prohibirlos para siempre, pero sí de saber cuáles son los más perjudiciales para la salud bucal y no abusar de ellos.

El azúcar es el gran enemigo de los dientes, como ya hemos adelantado antes. Los caramelos, los refrescos, las galletas y los bollos alimentan a las bacterias que causan caries. Cuanto más tiempo permanece el azúcar en la boca, más daño hacen. Los caramelos blandos y pegajosos son especialmente peligrosos, porque se quedan pegados en los molares y son difíciles de eliminar.

Los refrescos, aunque sean “light” o “cero”, también desgastan el esmalte. Lo mismo ocurre con el zumo de limón o de naranja si se toma con frecuencia y en ayunas. Otro alimento que puede parecer inofensivo pero no lo es: los snacks salados como patatas fritas. Aunque no tengan azúcar, se convierten en almidón, que también alimenta a las bacterias.

Lo mejor es limitar el consumo de estos productos, y, si se toman, acompañarlos de agua y cepillarse bien después, cuando sea posible. La diferencia se nota.

 

La comida también cuida los dientes

Los dientes no se cuidan solo con cepillo e hilo dental. La comida que se elige cada día puede reforzar la boca sin que cueste ningún esfuerzo. Incluir queso, manzanas, pescado, verduras verdes o yogur natural hace que los dientes estén más fuertes y las encías más sanas.

Beber agua, masticar bien y evitar los azúcares es casi tan importante como lavarse los dientes. Comer bien no solo mejora la salud general, también la sonrisa. Y eso se nota, dentro y fuera.

La próxima vez que se abra la nevera, es bueno pensar en qué alimentos hacen bien a los dientes. Porque no hace falta complicarse para cuidar la boca: basta con elegir bien lo que se come.

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