Una de las experiencias que cualquier español debería sentir a lo largo de su vida es la de emprender, la de embarcarse en un proyecto propio destinado a conseguir una cierta rentabilidad con la cual ganarse la vida. Lo decimos principalmente porque se trata de una experiencia que nos hace crecer como personas, que nos obliga a dar lo mejor de nosotros mismos y que incluso nos puede generar mejores resultados de los que nos esperábamos en un principio. Ya sabemos que no es fácil y que es necesario disponer de un buen montante de dinero para iniciar esta actividad o el aval de un banco. Pero oye, por intentarlo que no quede.
Uno de los negocios que más emprendedores atrae en nuestro país es el de la moda. Se trata de una actividad bastante característica de nuestro país, una actividad que ha sido rentable durante buena parte de la Historia y que lo sigue siendo a día de hoy. Las personas necesitamos ropa para una cantidad considerable de contextos y hoy, momento en el que la imagen vale más que ninguna otra cosa que tenga que ver con nosotros y nosotras mismas, hay que apostar por cultivar esa imagen a través de la ropa.
La industria de la moda, como no podía ser de otra manera, está funcionando a la perfección después del coronavirus. En diciembre del año pasado, el portal web Modaes indicó en una noticia que el peso del sector en el PIB nacional era del 2’7%, una cifra que nos permitía mejorar el dato de los años marcados por la pandemia, que era de un 2’4%. Aunque es cierto que antes de la pandemia el registro era de un 2’8%, una décima por encima del registrado a finales del año pasado, se espera que a lo largo de este 2023 hayamos conseguido igualarlo.
El número de trabajadores del sector es otra de las variables que actúa como barómetro para ver cómo funciona el sector. Hemos querido recuperar algunos de los datos que ha ido recogiendo el portal web Statista a lo largo de los últimos años. Como podéis ver, del año 2008 a 2009 se produjo un fuerte descanso a causa de la llegada de la crisis económica más fuerte desde 1929. Las cosas han ido a mejor desde 2016 a 2020 y, en la actualidad, tras el parón ocasionado por la pandemia, se sigue produciendo una mejora sustancial en estos datos.
Emprender en el sector textil, especialmente en lo que tiene que ver con el comercio minorista, es una apuesta segura y una experiencia que mucha gente ha vivido en nuestro país. Las personas tenemos más ropa que en ningún otro momento anterior puesto que el fondo de armario es una de las cosas que más nos va a beneficiar en materia de imagen personal. Los registros de Catalinos, un distribuidor de ropa al por mayor, dejan claro que los comercios textiles que solicitan la provisión de ropa están creciendo en España tras la pandemia y que esta es una de las cosas que más incidencia ha tenido en el hecho de que la economía nacional se haya animado después de una experiencia como aquella.
¿Cuánto tiempo ha de pasar la ropa en nuestro armario?
¿Cuál es la esperanza de vida de la ropa dentro de nuestro armario? Dicho de otra manera, ¿cuánto tiempo pasa desde el momento en que la compramos hasta que decidimos deshacernos de ella o donarla? Lo cierto es que la respuesta depende un poco de cada persona. Hay gente que adquiere una prenda para un único año y que, cuando el color del que está hecha esa prenda pasa de moda, la dona o la regala. Sin embargo, hay otro tipo de personas que suelen apurar más la vida útil de estas prendas y que solo se deshace de ellas cuando han pasado varios años.
En ese sentido, la calidad es importante. Si el tejido con el que está hecho un pantalón o una camiseta es de una buena calidad, siempre existirán más opciones de que se encuentre más tiempo en nuestro armario. Pero si ese tejido es de una calidad limitada, es bastante posible que la prenda no nos salga buena y que después de algunos lavados ya empecemos a ver en ella algunos signos de desgaste.
Nos encontramos en un momento en el que todo lo que tenga que ver con la moda o el textil se mira con buenos ojos puesto que se entiende que son herramientas que usamos ya no solo para garantizar nuestra comodidad, sino también para ganar en esa imagen que tan importante ya hemos dicho que es. ¿Hay algo más importante que esas dos cosas? Tendríamos que planteárnoslo a la hora de adquirir las prendas que van a pasar con nosotros y nosotras los próximos meses o años.