China apuesta por el divorcio exprés, ya que algunos de los motivos son la emancipación de la mujer y las facilidades burocráticas. Antes la ruptura matrimonial era considerada un motivo de crítica y de escarnio.
«Muchas familias tiene problemas para afrontar la modernización que se está viviendo. Estos cambios si no se gestionan bien pueden desequilibrar la estructura familiar», explica Shi Qingpan, abogado y experto en asuntos matrimoniales de Pekín.
Desde hace unos años las parejas pueden casarse y divorciarse en el mismo día. Sin embargo, la Administración Estatal de Radio y Televisión China lanzó una campaña para prohibir contenidos en la televisión que mostrasen divorcios.
En la actualidad con el carné de identidad y el acuerdo de divorcio firmado por ambas partes, la pareja puede conseguir el divorcio en 10 minutos.
El 8 de julio de 2008, tuvieron lugar en Shanghai unos 7.185 matrimonios, ya que en este país el número 8 es considerado el de la suerte. Sin embargo, tres meses después más de 300 parejas decidieron optar por el divorcio.
Pero, muchas jóvenes parejas chinas no pueden divorciarse porque no pueden afrontar los costes. Esta de moda el programa informático Mi separación y divorcio.
Es un programa informático puesto en marcha por el departamento de Educación Financiera al Consumidor del Gobierno británico.
Con esta programa las parejas pueden calcular los costes que necesitan para la separación. Muchos ciudadanos de este país tras calcular cuánto costaría divorciarse han decidido continuar con sus matrimonios.
Desde 20Minutos informan que «el aparato calcula los gastos de la división de propiedades, del litigio, el soporte económico para los niños y las pérdidas de tiempo de trabajo, ofreciendo luego una cifra final sobre cuánto cuesta separarse».
En el siglo XIX en Japón había una norma que consistía en que una mujer divorciada debía esperar al menos seis meses antes de poder volver a casarse.
Pero, en 2016 el Tribunal Supremo nipón declaró inconstitucional esa norma. En la actualidad las mujeres divorciadas se pueden casar 100 días después de la separación.
Solo puede volver a casarse inmediatamente si demuestra con un certificado médico no estar embarazada o que la concepción tuvo lugar después del divorcio.
Los grupos feministas no están de acuerdo con esta ley y siguen considerando que 100 días es demasiado tiempo. En España también hay muchos divorcios, pero también hay parejas que quieren solucionar sus problemas y acuden a terapia.
En estas sesiones el profesional te puede aportar otro punto de vista, escuchar, resolver el conflicto y, sobre todo, hacer que la relación sea más fuerte.
Los profesionales de Psi, psicólogos, especializados en Terapia Gestalt y otras corrientes humanistas, informan que el propósito de la terapia de pareja es mejorar la calidad de las relaciones, resolver los problemas y mediar para evitar que los malentendidos empeoren.
En estas sesiones se habla de diferentes temas, por ejemplo, la maternidad o paternidad, las enfermedades de los padres, los cambios en el trabajo, etc.
Esta terapia no es exclusiva para una relación problemática, sino para todas las parejas, porque con ella se puede evitar el deterioro del compromiso sentimental.
La mayoría de las parejas que acuden a estas sesiones mejoran su estado de ánimo y también experimentan mejoras en su salud. Los especialistas explican que si quieres tener una relación sana, hay que tener en cuenta que nuestros comportamientos tienen un impacto en el mundo emocional del otro.
Es muy importante escuchar de un modo activo lo que la pareja expresa, mostrar cariño todos los días, ofrecer apoyo al otro en situaciones buenas y malas, saber perdonar los errores, disponer de tiempo para charlar, aumentar la empatía y realizar planes nuevos.
Puede que pienses que ya conoces a tu pareja, pero en la terapia descubrirás aspectos que no sabías cómo por ejemplo, sus emociones, qué espera de la relación, etc.
En estas sesiones puedes conocer mejor a la otra persona, pero también a ti mismo. En terapia también podéis trabajar la comunicación y aprender a expresar las emociones.
Las infidelidades, las mentiras, los celos o los problemas en las relaciones sexuales, también se pueden tratar en terapia.
No te sientas culpable de que la relación no vaya bien, porque gracias a la ayuda del especialista, cada uno entenderá la importancia de asumir sus propios errores.
Una terapia de pareja es necesaria para mejorar la relación si ambos así lo desean, o para romperla de la mejor de las formas. La mayoría de las parejas que acuden a estas sesiones mejoran su estado de ánimo. ¡Si quieres reforzar tu relación de pareja opta por esta terapia!