Los que hemos nacido antes de la llegada de Internet, sabemos que nuestras experiencias visuales llegaban siempre por la televisión. Era la forma de abrir los ojos y ver dónde estábamos. Así nos llegaban las ganas de viajar y de visitar sitios. Ahora es mucho más fácil porque gracias a Internet podemos conocer todos los lugares al dedillo. Sin embargo, yo a mis 15 años era conocedor de la vida gracias a lo que veía en televisión.
Y si hay una serie que me marcó esa fue Cañas y Barros. Ya sé que estaba el libro, pero yo soy de esos que espero a que salga la serie en la TV para posteriormente ver si me leo el libro. Ya que dicen que siempre se sacan más detalles. Cañas y Barrios era una serie una serie de televisión, basada en el libro homónimo de Vicente Blasco Ibáñez, dirigida por Rafael Romero Marchent. La serie refleja los conflictos sociales y personales a los que se enfrenta una saga familiar a lo largo de tres generaciones: Los Paloma. Pero todo ello en un ambiente, en las aguas de la Albufera de Valencia.
Y es aquí cuando surgió mi flechazo. Mi amor por esta tierra. Y es que la televisión nos abría los ojos a otro mundo. Mi sueño se convirtió en realidad cuando conoció que existía un lugar así. Ahora bien, pasaba el tiempo y no hacía ese viaje tan deseado. Hasta que hace unos años, ya con 30 añazos, decidió a hacerlo en familia. Y la verdad es que no me arrepiento.
Así es cómo descubrí el Parque Natural de la Albufera, un espacio natural protegido situado en la provincia de Valencia. Este paraje de 21.120 ha, que fue declarado parque natural por la Generalidad Valenciana el 8 de julio de 1986,3 se encuentra situado a unos 10 km al sur de la ciudad de Valencia. Comprende la Albufera, su entorno húmedo y el cordón litoral adyacente a ambos. Su valor ecológico es muy grande ya que aquí se encuentran especies de gran valor ecológico en peligro de extinción, como el fartet o el samarugo.
Mi viaje en barca
Aunque sí algo recuerdo, es un paseo que di por esa zona en barca. Son de esas imágenes que siempre se quedan en la retina. El típico viaje que cuando te dicen que recuerdes un momento, cierras los ojos y sale todo. Os voy a contar cómo fue mi viaje junto a Paseos en Barca el Besso. Todo comenzó partiendo desde el embarcadero de el Palmar donde navegamos por los canales y nos metimos de llenos en la albufera, hasta las matas en el centro del lago. Ahí es cuando me sentí cómo un personaje más de Cañas y Barros.
Sin lugar a dudas este parque es conocido por la extraordinaria riqueza avícola que posee destacando entre las anátidas el anade azulón (coll-verd) con hasta 10 000 ejemplares, la cuchara común el pato colorado o diferentes especies de somormujo (cabuçó). Íbamos pasando por las barracas típicas valencianas también por los caladeros de pesca de la zona y dependiendo de la época del año se puede hacer una demostración de pesca según la temporada, observando como faenan los pescadores.
También se pueden ver los saltos de las llisas que son los peces típicos del lago y que incluso pueden llegar a entrar en la barca sin peligro alguno. En la travesía pasamos por la reserva de la “Mata del Fang“, que es la única reserva protegida que existe en Albufera.
La verdad es que supimos disfrutar plenamente de las maravillas del parque natural de la albufera en un tranquilo paseo mientras el patrón del barco nos iba contando con todo tipo de detalles durante todo el paseo las peculiaridades sobre la flora y la fauna del lago. La verdad es que fue una gozada.
Además, cogimos uno de los servicios especiales que nos ofrecía la empresa organizadora, que incluía el paseo en barco pero también con un aperitivo. La verdad es que de esas imágenes que quedan siempre en la retina. Gracias a las nuevas tecnologías pudimos hacer vídeos y fotos, aunque es cierto que como en la mente, nada de nada.
Un viaje que recomiendo a todo el mundo, pero sobre todo, a aquellas personas que han crecido con la televisión y más concretamente con las series como Cañas y Barros. Será como volver a donde fuiste feliz, es decir, la infancia.