La industria textil se encuentra en una época de actualización y renovación en cuanto a materias primas y a tecnología se trata, estamos hablando de un negocio que necesita ponerse al día para adaptarse a los tiempos que corren y ofrecer al público el producto que demanda.
Históricamente la evolución de la industria textil ha ido desarrollando nuevas materias primas que han ido adaptándose a los tiempos y respondiendo a las necesidades de la adaptación humana al medio, a necesidades económicas y comerciales, así como la disponibilidad de las mismas. Desde muy antiguo, en las sociedades mesopotámicas como la sumeria se utilizaba la lana, el lino en Egipto, la seda y el cáñamo en China, y no sería hasta el siglo IV AC cuando se introdujo el algodón en Europa procedente de la India gracias a Alejandro Magno. Serían los griegos y los romanos los que desarrollarían la industria textil por así decirlo en Europa, pero no sería hasta la Edad Media cuando ésta empezó a extenderse gracias a los monasterios a nivel más profesional, así como a nivel particular con pequeños telares rudimentarios.
Estos telares rudimentarios no tendrían grandes cambios, así como el sistema industrial de producción textil, hasta la conocida como revolución industrial del siglo XVIII. Con la irrupción del carbón en la maquinaria industrial y los nuevos inventos tecnológicos, se desarrollaron lo que hoy en día se estudia como máquinas a vapor, una serie de adelantos que posibilitaron el desarrollo industrial de todos los sectores que seguían siendo muy medievales hasta el siglo XVIII.
Entre la maquinaria utilizada en la industria textil destacan:
- El abrebalas: que se utiliza para abrir las capas de algodón de las bajas prensadas.
- El abridor: que separa la fibra de algodón de las impurezas
- El ablandador: para ablandar las hilachas de cáñamo o yute
- Las aprestadoras: para aprestar los tejidos
- El batidor: se abren y afofan las fibras textiles.
- El rame: para ensanchar y corregir las distorsiones de la trama.
- El roller-gin: para desgranar las cápsulas de algodón.
- El telar: es la máquina de tejer, donde se fabrican los tejidos mediante el entrelazado de dos juegos de hilos, la urdimbre y la trama.
Desde los especialistas en el sector de Jorge Sempere S.L. nos instruyen en la evolución de los telares mecánicos y nos indican cuál fue su evolución. El telar mecánico fue producto de la evolución del telar manual, los primeros telares mecánicos funcionaban con la fuerza de la energía hidráulica que más tarde sería sustituida por la máquina de vapor. El paso siguiente sería la sustitución de ésta por el motor eléctrico. Hoy en día los telares más populares son los de chorro de aire y de agua. Existen nuevos telares controlados por ordenador.
La economía circular motor del desarrollo industrial del siglo XXI
Hablando de nuevas tecnologías, la organización TEXFOR, que es la Conferencia de la Industria Textil de la asociación textil de referencia, reclaman un pacto de Estado para reforzar la industria textil frente a los retos del sector. Esta organización representa y defiende el interés de las empresas textiles españolas que fabrican o comercializan hilados, tejidos, manufacturadas y complementos textiles… Desde TEXFOR se defiende que se debe atender a la digitalización, los precios energéticos, la investigación, el desarrollo y la innovación. Concretamente se centran en los retos de la digitalización de la industria y la economía circular que hace referencia a la responsabilidad del fabricante en el procesamiento de materiales reciclados, los microplásticos, y los productos químicos en respuesta a las nuevas demandas de los clientes concienciados con la necesidad de conservación de la salud del planeta.
En este contexto las nuevas tecnologías y la inversión en investigación favorecen la creación de nuevos materiales que hasta ahora han sido considerados basura. En esta línea se puede hablar de la Fundación Ecoalf que junto a Ecoembes lanzan la iniciativa a nivel mundial “Upcycling the Oceans” para combatir la contaminación marina y convertirla en textil. La iniciativa tiene tres puntos a destacar, recoger los residuos marinos, reciclarlos para darles una segunda vida gracias a la economía circular y convertirlos en materia prima útil como hilo de primera calidad para la fabricación de tejidos.
Otro ejemplo de la economía circular y la concienciación con el medio ambiente es la iniciativa de Arvi y la Universidad de Vigo que cooperan en el proyecto europeo que busca la recuperación y reutilización de redes inservibles para la industria textil. En esta misma línea ha surgido una marca, Piñatex, que ha creado un tejido natural con aspecto similar al cuero, a partir del uso de las fibras procedentes de las hojas de piña.