Aunque solemos asociar la salud bucal al brillo de los dientes, lo cierto es que las encías cumplen un papel fundamental. Son el soporte de la dentadura y su deterioro compromete no solo la estética de la sonrisa, sino también la salud general. Uno de los problemas más frecuentes es la periodontitis, una enfermedad silenciosa que comienza con una simple gingivitis y puede derivar en pérdida dental si no se trata a tiempo.
En ese escenario, existe un procedimiento clave para frenar el avance de la enfermedad: el curetaje periodontal, también conocido como raspado y alisado radicular. Este tratamiento no es una simple limpieza, sino una intervención profunda realizada por especialistas que permite recuperar la firmeza de las encías y detener el daño progresivo.
¿Qué es el curetaje periodontal?
El curetaje consiste en la eliminación del sarro y la placa bacteriana acumulados por debajo de la línea de las encías. Mientras que una higiene dental convencional o una limpieza profesional superficial se centra en la parte visible del diente, el curetaje llega a esas bolsas periodontales invisibles a simple vista y al cepillo, donde se acumulan colonias bacterianas que inflaman y dañan el tejido.
Según informa la Mayo Clinic, este tratamiento se indica cuando las bolsas periodontales superan los 4 milímetros de profundidad, ya que a partir de ese punto el riesgo de destrucción ósea y pérdida dental aumenta de manera significativa.
Beneficios del curetaje periodontal
Los beneficios de este procedimiento están avalados por la experiencia clínica y la investigación médica. Entre los más destacados:
- Elimina la infección bacteriana oculta
El raspado profundo limpia tanto la superficie de las raíces como las bolsas subgingivales, eliminando las colonias que provocan inflamación crónica. - Reduce la inflamación y el sangrado
Tras el tratamiento, las encías suelen recuperar un aspecto saludable en pocas semanas: menos rojez, menos sangrado y una sensación general de alivio. - Previene la progresión de la periodontitis
La periodontitis avanzada es la principal causa de pérdida dental en adultos. El curetaje frena el proceso y ayuda a conservar la dentadura natural durante más tiempo. - Mejora el estado de salud general
Diversos estudios han mostrado la relación entre enfermedad periodontal y patologías sistémicas como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Reducir la infección oral contribuye, por tanto, al bienestar global. - Favorece para una mejor adherencia de la encía al diente
Gracias al alisado radicular, la superficie de las raíces queda lisa y libre de toxinas, lo que permite a la encía volver a sellar de forma natural el diente.
¿Cómo se realiza?
El procedimiento suele requerir anestesia local para garantizar comodidad al paciente. El especialista utiliza instrumentos manuales llamados curetas y, en muchos casos, equipos de ultrasonidos para facilitar la eliminación del sarro incrustado.
Este proceso es más que una limpieza profunda: consiste en eliminar bacterias, placa y cálculo por encima y por debajo de la línea de las encías, reduciendo la inflamación y previniendo complicaciones mayores.
En algunos casos, el curetaje se realiza por cuadrantes de la boca en distintas sesiones, para permitir una recuperación progresiva y más cómoda.
Cuidados posteriores: la clave para mantener los resultados
Una vez realizado el tratamiento, el paciente debe comprometerse a mantener una higiene rigurosa. La Clínica Sánchez Arranz recomienda seguir estas pautas después de un curetaje:
- Cepillarse tras cada comida con un cepillo de cerdas suaves.
- Usar hilo dental o cepillos interdentales diariamente.
- Emplear colutorios específicos indicados por el odontólogo.
- Acudir a revisiones periódicas para controlar la evolución.
Estas indicaciones permiten prolongar los beneficios del curetaje y reducir la posibilidad de que las bolsas vuelvan a formarse.
Evidencia científica y respaldo profesional
Además de la experiencia clínica, la ciencia respalda la eficacia del curetaje periodontal. Un informe de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) destaca que la terapia periodontal básica, que incluye el raspado y alisado radicular, es suficiente en la mayoría de los casos iniciales de periodontitis y evita la necesidad de intervenciones quirúrgicas más invasivas. Esta técnica no solo mejora el estado de las encías, también reduce el riesgo de enfermedades asociadas como problemas respiratorios o complicaciones cardiovasculares.
Finalmente, el Dr. Brett Langston recalca que la adherencia del paciente a los cuidados posteriores es tan importante como el procedimiento en sí: sin higiene adecuada y revisiones, las bacterias volverán a colonizar las bolsas periodontales.
¿Cuándo acudir a un especialista?
Es fundamental no esperar a que los síntomas sean graves. Algunas señales de alarma incluyen:
- Encías enrojecidas o inflamadas.
- Sangrado al cepillarse o usar hilo dental.
- Mal aliento persistente.
- Sensación de movilidad dental.
En cualquiera de estos casos, la recomendación es acudir al odontólogo lo antes posible para una evaluación periodontal. Actuar temprano no solo evita complicaciones, sino que también hace que los tratamientos sean más efectivos y menos invasivos.
Una mejoría en la calidad de vida
El curetaje periodontal es mucho más que una limpieza dental: es una herramienta esencial para preservar la salud de las encías, frenar la periodontitis y proteger tanto la sonrisa como el bienestar general.
La salud de tus encías no es un detalle estético, es una inversión en tu calidad de vida.